Lo que sale de la boca
Estoy un poco cansada de la gente que tiene el coño y la polla en la boca continuamente. Y no es que yo sea muy bien hablada, más bien poco.
Pero procuro no utilizarlas de muletilla para todo.
No sé, como si el meterlas en nuestras conversaciones, nos diera esa connotación de libertad que anhelamos, creemos tener, o queremos mostrar al utilizar esas palabras como expresiones que, en realidad, lo único que nos hacen es preso de ellas, ya que nos privan de tener que pensar en otras palabras que expresen lo que realmente queremos decir.
Coño qué calor hace!
Estoy hasta el coño!
Me tienen hasta la polla!
Me suda el uno o la otra!
Y un largo etcétera que no voy a escribir porque luego me quedan las “palabritas” grabadas en la memoria y no hay dios que me las borre. Como ya me ha pasado en muchas ocasiones, razón por la que me atrevo a decir que ya que me tienen cansada.
Tengo que reconocer que, en según que contextos, resultan graciosas, incluso ocurrentes, siempre y cuando no se recurra demasiado a ellas.
En otras, pueden llegar hasta surtir efecto si se pronuncian de forma contundente. No tengo muy claro el efecto, pero alguno surte, sin lugar a dudas.
Por otra parte estoy de acuerdo con llamar al coño: coño, y a la polla: polla, cuando el significado es el que tiene y sobre todo cuando de tema sexual se trata. Personalmente, creo que resulta muy excitante. Ahí vale todo mientras todos quieran. Y lo que se tenga entre manos no difiera de lo que podemos tener en la boca. Literalmente.
Pero procuro no utilizarlas de muletilla para todo.
No sé, como si el meterlas en nuestras conversaciones, nos diera esa connotación de libertad que anhelamos, creemos tener, o queremos mostrar al utilizar esas palabras como expresiones que, en realidad, lo único que nos hacen es preso de ellas, ya que nos privan de tener que pensar en otras palabras que expresen lo que realmente queremos decir.
Coño qué calor hace!
Estoy hasta el coño!
Me tienen hasta la polla!
Me suda el uno o la otra!
Y un largo etcétera que no voy a escribir porque luego me quedan las “palabritas” grabadas en la memoria y no hay dios que me las borre. Como ya me ha pasado en muchas ocasiones, razón por la que me atrevo a decir que ya que me tienen cansada.
Tengo que reconocer que, en según que contextos, resultan graciosas, incluso ocurrentes, siempre y cuando no se recurra demasiado a ellas.
En otras, pueden llegar hasta surtir efecto si se pronuncian de forma contundente. No tengo muy claro el efecto, pero alguno surte, sin lugar a dudas.
Por otra parte estoy de acuerdo con llamar al coño: coño, y a la polla: polla, cuando el significado es el que tiene y sobre todo cuando de tema sexual se trata. Personalmente, creo que resulta muy excitante. Ahí vale todo mientras todos quieran. Y lo que se tenga entre manos no difiera de lo que podemos tener en la boca. Literalmente.
En fin, ahí queda eso!
Voy a buscar un diccionario para ver con qué palabras puedo reemplazarlas en las expresiones que nada tengan que ver con ellas.
Aunque dado que aún no ha amanecido, y después de haberlas repetido tanto e interiorizado su verdadero significado… Tal vez deje lo del diccionario para mañana y empiece a hacer un correcto y placentero uso de alguna de ellas.
Voy a buscar un diccionario para ver con qué palabras puedo reemplazarlas en las expresiones que nada tengan que ver con ellas.
Aunque dado que aún no ha amanecido, y después de haberlas repetido tanto e interiorizado su verdadero significado… Tal vez deje lo del diccionario para mañana y empiece a hacer un correcto y placentero uso de alguna de ellas.
¡Qué coño!
Feliz amanecer.
Susana Pamies Salinas
ImproduAdictivo.
Madrugón altamente ImproduAdictivo.
6:09 a.m.
1 hora despierta.
7 líneas escritas, incluido el título y una palabra que no existe.
2 cafés.
5 cigarros.
1 hora despierta.
7 líneas escritas, incluido el título y una palabra que no existe.
2 cafés.
5 cigarros.
Tengo que plantearme, seriamente, dejar de escribir.
San Se Acabó
No entiendo cómo es posible que hasta un San Jacobo, cuyo relleno es de jamón y queso, sin más, tenga un día marcado en el Santoral. Y qué pasa con el San Se Acabó? Que está relleno de muchos más ingredientes y que aunque en un principio pueda resultar difícil de tragar, más tarde te das cuenta de que se merece todo un día para celebrar. Y si es festivo, mejor.
Pues ya que nadie se ha dignado a marcarlo en el calendario, lo marco yo.
Feliz día de San Se Acabó!
¿Serán las mechas?
Ayer mientras estaba en la peluquería esperando para que me hicieran mechas,
y ponerme más “rubia” que nunca, ya que no soporto ser “rubia” a medias.
La peluquera, una profesional a la que aprecio porque se limita a hacer su trabajo lo mejor posible sin esperar que le cuente mi vida ni que yo le pregunte por la suya, y mucho menos opinar sobre las vidas de aquellos que viven en las revistas, y que con tanto ahínco nos empeñamos en escudriñar, me ha hecho una pregunta con la que me he entretenido gran parte del día.
Me acompañaba a la silla donde me iba a restaurar, cuando la ha realizado:
- ¿Cómo prefieres la mecha, larga o corta?
Yo he tardado unos segundos en responder, por lo profundo de la pregunta.
Y al final he dicho larga.
Pero en realidad, me importaba bien poco cómo fuera la mecha a la que ella se refería, porque en lo único que podía pensar, era en qué tipo de mecha es la mía.
Tengo la mecha larga o la mecha corta?
Yo creía ser de mecha larga, porque me gusta considerarme una persona con paciencia.
Aunque hace poco, alguien me dijo que yo era muy susceptible. A lo que respondí ofendida.
Va a resultar que tengo la mecha corta!
Y eso me hace pensar:
¿Qué diferencia hay entre tener la mecha larga o la mecha corta? Si, al final, van a llegar a lo mismo solo que en diferentes tiempos.
Si la mecha, larga o corta, está prendida, en algún momento va a arder.
¿Pues casi mejor que sea a corto plazo, no?
y ponerme más “rubia” que nunca, ya que no soporto ser “rubia” a medias.
La peluquera, una profesional a la que aprecio porque se limita a hacer su trabajo lo mejor posible sin esperar que le cuente mi vida ni que yo le pregunte por la suya, y mucho menos opinar sobre las vidas de aquellos que viven en las revistas, y que con tanto ahínco nos empeñamos en escudriñar, me ha hecho una pregunta con la que me he entretenido gran parte del día.
Me acompañaba a la silla donde me iba a restaurar, cuando la ha realizado:
- ¿Cómo prefieres la mecha, larga o corta?
Yo he tardado unos segundos en responder, por lo profundo de la pregunta.
Y al final he dicho larga.
Pero en realidad, me importaba bien poco cómo fuera la mecha a la que ella se refería, porque en lo único que podía pensar, era en qué tipo de mecha es la mía.
Tengo la mecha larga o la mecha corta?
Yo creía ser de mecha larga, porque me gusta considerarme una persona con paciencia.
Aunque hace poco, alguien me dijo que yo era muy susceptible. A lo que respondí ofendida.
Va a resultar que tengo la mecha corta!
Y eso me hace pensar:
¿Qué diferencia hay entre tener la mecha larga o la mecha corta? Si, al final, van a llegar a lo mismo solo que en diferentes tiempos.
Si la mecha, larga o corta, está prendida, en algún momento va a arder.
¿Pues casi mejor que sea a corto plazo, no?
En fin, ya sé que esto no lleva a ninguna parte.
Sólo quería deciros que he ido a la peluquería, y no se me ha ocurrido una excusa mejor para hacerlo.
Y teniendo en cuenta que soy más rubia que antes, sé que no me lo tendréis en cuenta.
Sólo quería deciros que he ido a la peluquería, y no se me ha ocurrido una excusa mejor para hacerlo.
Y teniendo en cuenta que soy más rubia que antes, sé que no me lo tendréis en cuenta.
Buenos días a tod@s!
He tardado media hora en encontrar la @.
Serán las mechas?
Serán las mechas?
Susana Pamies Salinas
Nunca fui buena atleta.
Por más que corramos en esta carrera de fondo, la nostalgia es algo que, aunque sea por unos segundos, siempre logra alcanzarnos.
Teniendo en cuenta que en esta clase de pruebas es más importante la resistencia que tiene que tener el corredor que la velocidad en sí, el triunfo no debe radicar en ganar o perder sino en llegar a la meta con ella, como buenos amigos, cogidos de la mano.
Teniendo en cuenta que en esta clase de pruebas es más importante la resistencia que tiene que tener el corredor que la velocidad en sí, el triunfo no debe radicar en ganar o perder sino en llegar a la meta con ella, como buenos amigos, cogidos de la mano.
Nunca fui buena atleta.
Voy a ponerme las gafas
Confirmado:
Sufro de daltonismo temporal
Lo que, ayer, veía negro
Hoy, lo veo gris
Y posiblemente, en unas horas, lo vea blanco
O rojo, o verde, amarillo, azul, magenta,
Quién sabe?
No sé si esto tiene remedio
Puede que necesite meditación
Medicación?
O unas simples gafas de sol.
Sufro de daltonismo temporal
Lo que, ayer, veía negro
Hoy, lo veo gris
Y posiblemente, en unas horas, lo vea blanco
O rojo, o verde, amarillo, azul, magenta,
Quién sabe?
No sé si esto tiene remedio
Puede que necesite meditación
Medicación?
O unas simples gafas de sol.
De momento
Mientras medito si me medico
Voy a ponerme las gafas
Que son las 5 de la madrugada
Y no veas cómo deslumbra el condenado!
… o es la luna?
Mientras medito si me medico
Voy a ponerme las gafas
Que son las 5 de la madrugada
Y no veas cómo deslumbra el condenado!
… o es la luna?
Susana Pamies Salinas
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