Hasta el cielo cambia de color...
Hasta el cielo cambia de color
dependiendo de su estado.
Se ruboriza cuando tiene mucho que expulsar
pudiendo pasar del rojo al morado
y al casi negro si se siente atormentado.
Cielo abierto.
Cielo cerrado.
Cielo libre.
Cielo cargado.
Nubes pasajeras que se muestran inocentes
disipando sus pecados.
Nubes de color magenta repletas de viento fuerte
a la espera de soltarlo.
Y nubes blancas de nieve
que en copos ofrecen mantos.
Cielo oscuro.
Cielo claro.
Cuando me llamas “mi cielo”
el mío cambia al escucharlo.
Susana Pamies Salinas
Foto: Anna Bohbot
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